Vídeos que hice sobre la enfermedad de Crohn

Hola a todos, soy Enrique, autor de “Exponiendo la Verdad”. Hoy quiero compartir cómo superé la enfermedad de Crohn y mi experiencia con tratamientos naturales y enfoques espirituales.

Mi historia no es una receta universal, pero quizá inspire a quienes buscan alternativas. Si bien muchos siguen tratamientos médicos convencionales, en mi caso encontré una vía distinta hacia la sanación.

Mi objetivo es dar esperanza y ofrecer una perspectiva basada en mi propia experiencia de transformación, la cual me enseñó que, a veces, los caminos menos explorados pueden llevarnos a grandes descubrimientos sobre la salud y la vida.

A los 25 años me diagnosticaron la enfermedad de Crohn. Al principio, como muchos, acepté el tratamiento que los médicos sugirieron, pero pronto me di cuenta de que el enfoque tradicional no resonaba conmigo. A pesar de la buena disposición de los doctores, empecé a notar que muchos de los tratamientos no parecían abordar las causas profundas de mi problema.

Cuando ingresé al hospital, me recetaron una serie de medicamentos. Consideré tomarlos, pero reflexioné y pensé: ¿Por qué no intentar primero métodos naturales antes de depender completamente de la medicación? Fue una decisión difícil y los médicos no lo apoyaron, ya que ellos siguen el sistema y sus enseñanzas.

Recuerdo cómo rechacé medicinas con ingredientes como aspartamo, que no conocía del todo, pero intuía que no ayudarían a mi salud. Lo mismo sucedió con el agua fluorada, que también evité.

Entonces, tomé una decisión radical: acepté la medicación, pero no la tomé. Al salir del hospital, comencé mi propio camino de curación basado en cambios profundos en mi alimentación y estilo de vida.

El poder de la alimentación y el cambio de hábitos

Mi primer paso fue cambiar radicalmente mi dieta. Inspirado por personas que habían superado enfermedades crónicas, me enfoqué en una alimentación rica en verduras, frutas y alimentos naturales. Las enseñanzas de Suzanne Powell sobre karma y alimentación me ayudaron a entender que cada cambio tenía un impacto en mi salud y en mi vida. Te recomiendo la lectura de sus libros,  la alimentación consciente y los menús conscientes, que estoy seguro que te ayudarán.

Incorporé una rutina de alimentación que incluía al menos dos veces al día verduras variadas como calabacín, calabaza, brócoli, puerro, remolacha y zanahoria. En la noche, preparo un batido de frutas frescas con papaya, piña y manzana, entre otras, para asegurar una buena dosis de vitaminas y minerales que me ayudaran a fortalecer mi organismo.

Estos cambios dieron resultados que sorprendieron incluso a mis médicos. Después de un tiempo, mi dolor de barriga desapareció y dejé de tener los ataques que eran comunes en la enfermedad de Crohn.

Para mí, este cambio en los hábitos alimenticios fue la clave de mi recuperación. Hoy, sigo sin tomar medicación y sin dolor, algo que antes parecía imposible.

Una de las lecciones más importantes que aprendí es que la medicina tradicional tiene su lugar, pero en muchos casos el sistema enseña a los doctores a tratar síntomas, sin profundizar en las causas.

Esto no es culpa de los médicos, sino del enfoque del sistema de salud que, en gran medida, depende de tratamientos que a menudo resultan en una dependencia continua de medicamentos.

Conozco casos de personas con Crohn que, a pesar de medicarse, siguen ingresando cada pocos meses por ataques graves.

Por otro lado, considero que cada persona debe explorar las opciones que mejor se adapten a su situación. En mi caso, apostar por la alimentación y otros enfoques naturales funcionó. Pero no todos tendrán los mismos resultados.

En este proceso, descubrí que nuestra salud y nuestras enfermedades pueden estar vinculadas a asuntos más profundos, incluso espirituales.

En mi camino de sanación, fui descubriendo que hay aspectos de la vida que se relacionan con experiencias de otras vidas o “deudas” espirituales.

La enfermedad, en este sentido, puede ser una lección que debemos enfrentar y comprender para nuestro crecimiento de nuestra alma. A medida que avanzaba en mi proceso, llegué a la conclusión de que, en mi caso, era una forma en la que el universo me guiaba a aplicar conocimientos y avanzar espiritualmente.

Para muchos, esta idea puede ser difícil de aceptar, pero para mí fue un alivio. Me permitió ver que el dolor y las dificultades tienen un propósito y que, aunque no todos sanarán físicamente, esta comprensión puede brindar momentos de paz y aceptación. Aprender a verlo así me dio fuerza, incluso en los momentos más duros.

Quiero dejar aquí algunos consejos para quienes están buscando alternativas y enfrentando la enfermedad de Crohn:

1. Explora los tratamientos alternativos: Desde la meditación hasta la respiración holotrópica, hipnosis, reiki y otras terapias no invasivas. Estas opciones son menos agresivas para el cuerpo y pueden ayudar a reducir el estrés y mejorar el bienestar general.

2. Cuida de tus órganos internos: Los medicamentos recetados a menudo tienen efectos en el hígado, los riñones y el páncreas. Por eso, es importante considerar tratamientos que minimicen estos impactos, especialmente si hay alternativas que funcionan para ti.

3. Si no funciona, evalúa otras opciones: Tengo amigos con Crohn que, debido a la presión médica, se sometieron a cirugías y tratamientos invasivos. En algunos casos, los medicamentos o incluso las operaciones no resolvieron sus síntomas. A esas personas les recomiendo probar primero métodos naturales antes de llegar a intervenciones irreversibles.

4. Acepta el proceso espiritual: Si después de probar varios tratamientos no encuentras alivio, puede ser útil contemplar la idea de que esta experiencia puede formar parte de un aprendizaje mayor. La aceptación es difícil, pero puede brindar paz y momentos de claridad.

    

Mi conclusión sobre la enfermedad de Crohn

Sanarse de la enfermedad de Crohn fue para mí una experiencia de crecimiento personal y espiritual.

A través de este camino, aprendí a escuchar mi cuerpo y a confiar en la sabiduría que existe en la naturaleza y en el universo. Sé que no todos podrán curarse de la misma forma, pero si estás pasando por una situación similar, quiero decirte que explores, que pruebes y que te permitas encontrar un camino propio, ya sea hacia la curación o hacia la paz y aceptación.

Mi deseo es que, al compartir esta experiencia, pueda ayudar a otros a encontrar sus propias respuestas y su propio camino en el proceso de sanar. Recuerda siempre que nuestra salud es un viaje y que, al final, cada experiencia nos enseña algo sobre nosotros mismos y nuestra conexión con el mundo.